
27 Feb Una herramienta para la transición y la preparación mental.
Hay algo de mágico en los rituales que nos ayuda a preparar nuestra mente y energía ante un nuevo estado.
Son como un acto de transición o de apertura, son importantes porque preparan nuestra mente para transitar entre roles o estados de ánimo.
En el mundo bélico hay un sinfín de ejemplos en los que los rituales se usaban para mentalizarse y motivarse antes de pasar a la acción, así como en el mundo del deporte, que ha convertido en mundialmente famoso el canto de los guerreros morí de Nueva Zelanda, el Haka, adoptado por el equipo de rugby nacional.
Para algunos profesionales como, por ejemplo, médicos o policías, ponerse el uniforme de trabajo ya se convierte en un ritual que les ayuda a transitar desde el rol personal al profesional. En mi caso, los labios rojos son mi “uniforme”, mi recordatorio constante de mi identidad profesional.
Los rituales son mucho más que simples gestos; nos permiten crear un espacio sagrado en medio del caos cotidiano, un momento de introspección y conexión con nosotros mismos. Ya sea una meditación matutina, preparar un café, una caminata al aire libre o simplemente unos minutos de silencio, estos rituales nos ayudan a centrar nuestra energía.
Y no sólo a nivel individual, sino también en el ámbito de los equipos. Según un estudio de Harvard Business Review, los equipos que incorporan rituales de forma regular experimentan un aumento significativo en el compromiso y la satisfacción de sus miembros. De hecho, aquellos equipos con un alto nivel de rituales reportaron un 23% más de compromiso con el propósito del equipo, un 20% más de seguridad psicológica, un 28% mayor conocimiento interpersonal y un 22% más de satisfacción laboral en comparación con aquellos equipos con pocos rituales. Esto demuestra el impacto tangible de los rituales en la dinámica y el rendimiento de los equipos.
Dicho esto, sea preparar un altar con velas, ponerse un uniforme o salir a tomar una copa con los compañeros todos los jueves, ¿cuál es tu ritual? y ¿en qué tránsito te ayuda?
__________
Rituals hold a hidden power; they are a tool for transition and mental preparation.
Some rituals are magical, energizing us, while others give us a boost of confidence.
They are like an act of transition or opening, important because they prepare our minds to transition between roles or states of mind.
In the world of warfare, there are countless examples where rituals were used to mentally prepare and motivate before taking action, just as in the sports world, which has made the Maori warriors’ chant from New Zealand, the Haka, adopted by the national rugby team, world-famous.
For some professionals, like doctors or police officers, putting on their work uniform already becomes a ritual that helps them transition from their personal to professional role.
Rituals are much more than simple gestures; they allow us to create a sacred space amidst daily chaos, a moment of introspection and connection with ourselves. Whether it’s morning meditation, preparing coffee, an outdoor walk, or simply a few moments of silence, these rituals help us center our energy.
And not only on an individual level, but also in the realm of teams. According to a Harvard Business Review study, teams that regularly incorporate rituals experience a significant increase in member engagement and satisfaction. In fact, those teams with high levels of rituals reported more commitment to the team’s purpose, more psychological safety, greater interpersonal knowledge, and higher job satisfaction compared to those teams with low levels of rituals. This demonstrates the tangible impact of rituals on team dynamics and performance.
That said, whether it’s preparing an altar with candles, putting on a uniform, or going out for drinks with colleagues every Thursday, what is your ritual, and what transition does it help you with?
Sin comentarios