Trabajar con "consciencia".
La primera vez que viajé a Japón, por trabajo, fue un impacto. Desde entonces, y después de muchas otras visitas, sigo manteniendo gran curiosidad por la cultura nipona. “Lost in translation” sigue siendo una de mis películas favoritas, supongo que esa sensación de encontrarte en un lugar en donde se actua de forma culturalmente tan distinta, canalla y naïf, es un impacto que te acompaña para siempre.
Entre muchos impactos que siguen siendo motivo de inspiración, quiero compartiros uno muy especial: los vigilantes del metro de Tokyo. Profesionales que se dedican a vigilar en los andenes las entradas y salidas de viajeros y, en las horas puntas, a empujar y apretujarles en los vagones para que las puertas puedan cerrar como si viajaran al vacío.
Observando a estos señores, perfectamente vestidos con sus uniformes bien planchados, sus guantes blancos y gorra de plato, su rigurosidad en la ejecución de su trabajo, sin duda, se puede percibir como viven su profesión como extremadamente digna. La dignidad de su trabajo esta en la función que cumple, en el impacto que su ejecución tiene en la vida de los demás y en el buen funcionamiento de su comunidad. No esta en ellos, sino en el impacto que su trabajo supone para los demás.
Parémonos a pensar cuál es el impacto que nuestro trabajo causa en los demás, cuál es ese pequeño granito de arena que desde nuestro oficio aportamos a nuestra comunidad, a nuestra sociedad, a nuestro entorno. Esta es la verdadera formula para poder vivir nuestro trabajo con consciencia.
Cada vez que viajo en metro y observo los vigilantes, cuando entro en una tienda y observo sus dependientes, camareros en restaurantes, médicos, taxistas, me resulta fácil detectar cuáles de ellos ejecutan su trabajo con consciencia, entendiendo que no va de ellos sino de lo que ellos pueden hacer por los demás. Lo mismo ocurre con emprendedores, directores, ejecutivos de empresas, independientemente de su cargo.
Nuestro trabajo no va de nosotros, sino de lo que a través de nuestro trabajo podemos hacer por los demás.
Pues eso, que nuestro trabajo no va de nosotros, sino de lo que a través de nuestro trabajo podemos hacer por los demás. Y si encima, ese impacto es un granito de arena más para hacer de el mundo un lugar mejor, premio.
Depende de ti, de nadie más.